Fiebre escarlata
¿Qué es la fiebre escarlata?
La fiebre escarlata, conocida también como escarlatina, es una enfermedad infecciosa que causa un sarpullido. Está asociada con una infección por la misma clase de bacteria que causa faringitis estreptocócica. También puede estar asociada con heridas o quemaduras que se infectan. El sarpullido de la fiebre escarlata típicamente es un sarpullido fino, parecido a la lija, que consiste de protuberancias pequeñas y rojas.
La fiebre escarlata ocurre con más frecuencia en niños entre las edades de 5 y 12 años.
¿Qué causa la fiebre escarlata?
La fiebre escarlata es causada por bacterias llamadas estreptococos ß-hemolíticos del grupo A ("GABHS", por sus siglas en inglés). Estas bacterias liberan una toxina que viaja por el torrente sanguíneo de su hijo y causa un sarpullido. Las bacterias estreptotocos del grupo A viven en la nariz y la garganta. Cuando alguien que tiene la enfermedad tose o estornuda, la bacteria se reparte por las superficies. Si usted toca una de esa superficies y luego se pasa la mano por su nariz, boca u sus ojos, puede contraer la enfermedad. También puede contagiársela por beber o comer con utensilios utilizados por una persona enferma. El contacto con las lesiones abiertas de la piel infectadas por estreptococos del grupo A también puede trasmitir la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la fiebre escarlata?
Los siguientes son los síntomas iniciales (antes que aparezca el sarpullido) más comunes de la fiebre escarlata. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los síntomas pueden incluir:
El sarpullido comienza aproximadamente en uno a dos días después de la infección inicial. El sarpullido rojo, fino, parecido a la lija se nota en el cuello, frente, mejillas y pecho, y luego se propaga a los brazos y la espalda. El sarpullido generalmente comienza a desvanecerse después de dos a siete días. Es común que la piel se pele después de que la infección se haya pasado, especialmente en las manos, los pies o la zona genital.
Los síntomas de la fiebre escarlata pueden parecerse a otras condiciones de la piel o problemas médicos. Visite siempre al proveedor de atención médica de su hijo para recibir un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la fiebre escarlata?
El proveedor de atención médica de su hijo hará el diagnóstico con base en un historial médico y examen físico completos. El sarpullido de la fiebre escarlata es único y el proveedor de su hijo lo puede reconocer fácilmente. Además, el proveedor de atención médica de su hijo puede ordenar un exudado faríngeo para confirmar el diagnóstico de la faringitis estreptocócica como la fuente de la fiebre escarlata. Se puede realizar una prueba rápida, llamada prueba de estreptococos. Esta prueba puede inmediatamente dar positivo para el GABHS. Si embargo, si es negativa, parte del exudado faríngeo se puede enviar para un cultivo de garganta para identificar posteriormente si está presente algún GABHS.
¿Cuál es el tratamiento para la fiebre escarlata?
El tratamiento de la fiebre escarlata es el mismo que para la faringitis estreptocócica. El proveedor de atención médica de su hijo con frecuencia recetará un antibiótico apropiado para tratar la infección. La faringitis estreptocócica o la fiebre escarlata no tratadas pueden llevar a varias afecciones graves que involucran el corazón, los riñones y el hígado. Cuando está involucrado el corazón, se llama fiebre reumática, de modo que es importante tomar el tratamiento completo de antibióticos. Otras opciones de tratamiento pueden incluir:
-
Gargarismos de agua caliente con sal (para aliviar la garganta adolorida)
-
Paracetamol (acetaminofén) o ibuprofeno (para la fiebre o dolor de garganta). Nunca dé aspirina a un niño, ya que puede causar una enfermedad peligrosa llamada síndrome de Reye.
-
Aumento del consumo de fluidos
Es importante no enviar a su hijo de nuevo a la escuela o la guardería sino hasta que haya estado con antibióticos durante al menos 24 horas. También, asegúrese de notificar a otros que pudieron haber estado expuestos.
¿Cómo se puede prevenir la fiebre escarlata?
La mejor manera de prevenirla es lavándose las manos con frecuencia. Evite compartir utensilios, ropa de cama, toallas u otros artículos de uso personal. Todas las personas que tengan dolor de garganta se deben lavar las manos con frecuencia. Para lavar sus manos:
-
Colóquelas debajo de agua corriente limpia. Cierre el grifo y restriéguese con jabón por toda la superficie de sus manos.
-
Restriegue sus manos enjabonadas entre sí durante por lo menos 20 segundos. Asegúrese de lavar debajo de sus uñas, entre sus dedos y subiendo por las muñecas hasta su brazo.
-
Enjuage bien con agua corriente limpia.
-
Séquese usando una toalla limpia o al aire.
Si no tiene disponibles agua y jabón, use un antiséptico a base de alcohol con una concentración mínima del 60 por ciento.
No existen vacunas para prevenir la faringitis estreptocócica o la fiebre escarlata. Los niños que tienen alguna de estas dos enfermedades no deben ir a la escuela o guardería durante por lo menos 24 horas después de comenzar a tomar el medicamento antibiótico.